lunes, 9 de mayo de 2011

Taylorismo

1.
El taylorismo, denominado así por el estadounidense Frederick Winslow Taylor, y relativo a la organización del trabajo, se refiere a la división de las distintas tareas del proceso de producción. Este fue un nuevo método de organización industrial, cuyo fin era aumentar la productividad y evitar el control que el obrero podía tener en los tiempos de producción.

2.
Taylor buscaba lograr mayor eficiencia a nivel nacional, para aumentar la
productividad; y la eficiencia para él era obtener mayor cantidad de
productos en menos tiempo. Según él, el principal derroche de la época era
el del humano, a causa de los errores. La supresión del ocio y de la
vagancia sistemática ("tiempo muerto") y «de las diferentes razones por las
cuales se trabaja lentamente, disminuiría el precio de reventa de la
producción en tales proporciones que el mercado interno y externo se
ampliaría considerablemente y así podríamos competir en condiciones muy
satisfactorias con nuestros rivales», decía Taylor. O sea, si yo suprimo
esta inactividad, además de producir más en menor tiempo, obtendré una
ganancia mayor.
Según los capitalistas, las causas del "tiempo muerto" eran tres:
El obrero cree que si produce más lo pueden llegar a despedir. Un obrero
puede pensar que si produce más va a perder el trabajo, porque si no hay
suficiente demanda, sobraría ese producto. Es decir, no necesitan tanta
gente que produzca tanta cantidad.
El obrero trabaja a media máquina, porque él no se beneficia con la mayor
producción. Según Taylor, los hombres eran esencialmente individuos dotados
de energías y potencialidades mayores que las puestas en evidencia
normalmente en el trabajo corriente.
Sucede que hay una separación entre el que sabe hacer el producto (el
obrero) y el que de ese producto (el capitalista). Entonces, el obrero
es reticente, porque para qué va a trabajar más si él de eso no gana. No
importa la cantidad que haga, su siempre será el mismo, el único
beneficiado con la mayor producción será el capitalista opresor. El obrero
no tiene un compromiso moral, ni afectivo, ni económico con la empresa.
No hay un estudio científico acerca de cómo acabar con este "tiempo muerto".

3.

Frederic W. Taylor (1856 - 1915) fue un ingeniero y economista norteamericano que elaboró un sistema de organización racional del trabajo, ampliamente expuesto en su obra “Principles of Scientific Management” (1912), en un planteo integral que luego fue conocido como “taylorismo”. Se basa en la aplicación de métodos científicos de orientación positivista y mecanicista al estudio de la relación entre el obrero y las técnicas modernas de producción industrial, con el fin de maximizar la eficiencia de la mano de obra y de las máquinas y herramientas, mediante la división sistemática de las tareas, la organización racional del trabajo en sus secuencias y procesos, y el cronometraje de las operaciones, más un sistema de motivación mediante el pago de primas al rendimiento, suprimiendo toda improvisación en la actividad industrial.
Henry Ford (1863 - 1943) fue un ingeniero e industrial norteamericano, pionero de la industria del automóvil, quien fundó en 1903 la Ford Motor Company, donde aplicó muchas de sus ideas, parcialmente fundadas en la obra de Taylor, y que recibieron posteriormente el nombre de “fordismo”. Los elementos más característicos son la línea de montaje, la producción en serie, la estandarización e intercambiabilidad de las piezas. Otros aspectos de sus ideas son la exportación como medio importante de expansión comercial; el principio de la participación en los beneficios de todo el personal y un sistema de ventas a crédito que permitía a todos sus trabajadores poseer un automóvil. Quizás la frase más recordada de Ford sea aquella de “El obrero es el mercado”.
En su momento fueron planteos adecuados, aunque a veces los continuadores de estas escuelas tergiversaron en parte sus ideas. Las condiciones del actual contexto plantean la necesidad de buscar nuevos modos de gestión, de orientación más participativa.
Cabe mencionar también los estudios supervisados por el sociólogo Elton Mayo, sobre los efectos de los cambios ambientales en la producción industrial, que mostraron la importancia predominante de la motivación y de la forma de presentar los cambios a los trabajadores, lo que tuvo gran impacto en el diseño del trabajo y en la creación de departamentos de administración de personal y de relaciones humanas.
La Segunda Guerra Mundial, con sus complejos problemas de diseño, producción masiva y logística de armas y pertrechos, creo las condiciones para el desarrollo de un campo interdisciplinario entre Matemáticas, Sicología y Economía , para analizar problemas en términos cuantitativos, para lograr una solución optima desde el punto de vista matemático: la Investigación de Operaciones, que aun hoy proporciona la mayor parte de las herramientas cuantitativas que se usan en la Administración de la Producción y en otras disciplinas de la gestión empresarial.
Las diferencias fundamentales entre las empresas tradicionales y las modernas pueden verse claramente en la siguiente comparación de sus estilos de gestión: la llamada “gestión científica” de la empresa tradicional (basada en los estudios de Taylor, fundamentalmente) y la “gestión participativa” de la empresa moderna (basada en diversos enfoques de la Calidad Total).

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